viernes, 5 de febrero de 2010

Reseñas para CONTEXTO (Edición web 2009-2010)


Por: Ramón Ramìrez Ibarra

Wallerstein Immanuel. (Coord). Abrir las ciencias sociales. Siglo XXI edts. México, 3ª ed, 1998.

Abrir las ciencias sociales es el título de un informe de la célebre Comisión Gulbenkian para la reestructuración de las ciencias sociales, rendido ante la Fundación Calouste Gulbenkian, que recoge los puntos de vista, informes y discusiones de tres reuniones plenarias celebradas en Lisboa, París y Nueva York con reconocidos académicos e intelectuales de disciplinas como ciencias naturales, matemáticas, ciencias sociales y humanidades durante un ciclo anual de 1994-95.

Las actividades, coordinadas por el sociólogo norteamericano Immanuel Wallerstein, promueven la expresión analítica a través de un texto que hace una importante contribución, a manera de síntesis prospectiva, sobre el estatuto epistemológico de las ciencias sociales.

La síntesis ofrecida por la Comisión considera una totalidad histórica que involucra tres momentos de análisis considerando el desarrollo de las ciencias sociales como disciplinas autónomas:

a) Un análisis retrospectivo, cuya tarea es distinguir la construcción histórica de las ciencias sociales desde el siglo XVIII hasta 1945.

b) Un análisis de perspectiva, que considera los debates en las ciencias sociales de 1945 hasta el presente.

c) Análisis prospectivo que toma por objeto de indagación el tipo o clase de ciencia social que se requiere a finales del sXX.

Además de los tres momentos de análisis de la totalidad histórica ofrecida, hay un cuarto punto del informe que constituye una auténtica aportación sociológica en materia de epistemología, reivindicando el quehacer de una sociología del conocimiento: criterios elementales para una reestructuracón de las ciencias sociales. A continuación, se ofrece un compendio de los principales puntos de vista y sus implicaciones observadas en el texto.

El primer punto, titulado La construcción histórica de las ciencias sociales desde el siglo XVIII hasta 1945, aborda el proceso de institucionalización de las ciencias sociales en función de las necesidades culturales,urbanísticas, estéticas y éticas de la modernidad. Entre los factores que Wallerstein y la Comisión señalan como indicadores del surgimiento de las ciencias sociales en la modernidad destacan el nivel de desarrollo de las disciplinas en comparación a las ciencias de la naturaleza, “las necesidades del estado moderno de un conocimiento más exacto en el cual basar sus decisiones”[1], el resurgimiento de la Universidad fuera de la jurisdicción teológica, los movimientos políticos que en el caso de la Europa napoleónica permitieron convertir las antiguas academias reales en escuelas y facultades con roles científicos y profesionales bien específicos y delimitados. Sin embargo, como un efecto de la primera industrialización también era evidente el predominio de la forma de racionalidad instrumental encarnada en el empirismo decimonónico y el prestigio social de la ciencia considerada la explicación total, verdadera y objetiva mediante la cual, como señalan los autores con cierta ironía: “...la ciencia fue colocada en todas partes en un pedestal”.[2]

A partir de una revisión sociológica, los autores desarrollan un esquema de observación que conjunta los factores concretos que permiten el surgimiento académico de disciplinas como la historia, la economía, la ciencia política, la antropología y la sociología. El origen científico de las disciplinas según los autores se remite al lugar de la formación pedagógica que es el mundo industrial de las principales capitales europeas y Estados Unidos. Necesidad de una organización funcional de la sociedad, burocracias cada vez más complejas, economías crecientes y dependientes de tecnología, son el marco de introducción del estatuto científico de las ciencias sociales y su separación de otro ámbito de explicación que concentra la actividad “subjetiva”, que serían desde entonces las humanidades.

En el segundo punto del texto, la Comisión propone una síntesis de las principales discusiones en las ciencias sociales desde 1945, cronología emblemática en la historia occidental en la que se advierte un proceso tripartita consistente en el cambio de la configuración geopolítica del mundo, la explosiva dinámica social de expansión urbana y demográfica registrada desde dicho año y la generalización del sistema de formación científica y universitaria. Sintetizaban esta afirmación con un comentario alusivo:

“Cada una de estas tres realidades sociales nuevas planteaba un problema para las ciencias sociales, tal como habían sido institucionalizadas históricamente”.[3]

En la parte epistemológica de este apartado, se explicaba el nexo de estos cambios sociopolíticos y culturales con tres elementos en las ciencias sociales de 1945 a finales del s.XX: a) el grado de validez de las distinciones formativas y disciplinarias en las ciencias sociales, b) el carácter “universalizante” que funge como criterio de justificación institucional en las disciplinas, definido por los autores como “parroquial”[4] y c) una revisión en los criterios de validez y su correspondencia dentro en un ambiente cultural dual basado en la separación de ámbitos disciplinarios por medio de la fliación a una realidad dura o blanda, que tradicionalmente se ha establecido como criterio de distinción para las ciencias históricas y las ciencias de la naturaleza.

Para la tercera parte del estudio, la Comisión propuso una pregunta prospectiva ¿Qué tipo de ciencia social debemos construir?, en ella, convergen análisis que apuntan a fenómenos referentes a la estructura organizacional de las disciplinas, la introducción de nuevas realidades abiertas por la explicación científica en materia de nueva física, que posibilita una reinterpretación de las categorías de tiempo y espacio en los estudios sociales y la urgente separación del dogmatismo profesional que formuló separaciones artificiales entre las disciplinas a finales del s.XIX dificultando la explicación social múltiple de un fenómeno.

El informe y estudio de la Comisión, concluye con una recapitulación de los principales problemas abordados en el texto: la construcción histórica de la ciencia social, el examen de la lógica de las divisiones disciplinarias y la emergencia de criterios de reestructuración científica por medio de factores institucionales, organizacionales, curriculares y epistémicos.


[1] Op. Cit. p.8

[2] Ibid, p.13

[3] Ibid, p.37-38

[4] Ibid, p.53

6 comentarios:

  1. LESLIE BERENICE PEREZ SANCHEZ 2008034
    En este blog podemos ver como La Grecia helenística surge tras la guerra del Peloponeso (431-404 a.C.)
    -El arte en la Grecia helenística
    En el arte de la época se trato de expresar las alegrías, tristezas y dolores, mediante dramatizaciones que se representaban en esculturas.
    Las dos escuelas mas importantes de escultura fueron; Pèrgamo y Rodas.
    -La arquitectura en el período helenístico
    La arquitectura helenística establece como principal característica la necesidad de mirar a un punto determinado de la obra. Esta necesidad de sumisión visual de las obras helenísticas conjuga las características básicas de la arquitectura de este periodo que fueron:
    a) Proporción monumental de las construcciones.
    b) Lujo y riqueza ornamental.
    c) Fachadas constituidas por el predominio de semicolumnas que sobresalían en los muros, producto de la unión entre columna y muro.
    d) Retorno de palacios y edificaciones fastuosas.
    e) Predilección por el sistema ornamental (ornato) que hace surgir al capitel corintio como respuesta a la búsqueda de efectos y juegos con claroscuros.
    Este periodo fue de cambios, mejoras y aportaciones a la arquitectura y toda la cultura griega.

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  2. Se conoce como Periodo Helenístico, o Helenismo a la etapa de la Edad Antigua que abarca desde la muerte de Alejandro Magno en 323 a. C. hasta la conquista del Mediterráneo oriental y Asia Menor por parte de la República romana, en 31 a. C.

    Este periodo está marcado por la fragmentación del imperio alejandrino y la aparición de diferentes reinos independientes en los territorios de Grecia, Egipto, Anatolia, el Levante, Mesopotamia y Asia central. A su vez, la fusión de la cultura griega con las culturas orientales dio como resultado la creación de un tipo de cultura nueva, atravesada por tradiciones de diferente origen. Es un periodo en el que las artes, la filosofía y las ciencias aplicadas tuvieron un gran desarrollo, ya que se implementaron políticas de mecenazgo y estímulo para artistas y eruditos en diferentes reinos.

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  3. Erick Antonio Varela Tostado 1957940
    aunque no se centra específicamente en la arquitectura, ofrece ideas valiosas para aquellos interesados en este campo. Desde mi perspectiva personal, este libro proporciona una visión enriquecedora sobre cómo la arquitectura y el entorno construido se relacionan con las ciencias sociales.

    Ibarra desafía los tradicionales en las ciencias sociales, lo que puede aplicarse al campo de la arquitectura. Su llamado a repensar las metodologías y enfoques puede inspirar a arquitectos y urbanistas a considerar nuevas formas de abordar los desafíos de diseño urbano, planificación y desarrollo sostenible.

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  4. Este escrito nos relata el punto de vista de Wallerstein Emmanuel, ante las políticas sociales usualmente aceptadas en su tiempo con respecto a la arquitectura "moderna" de su época

    Se nota la inconformidad que el autor plasma a travez de sus distintos relatos y hechos de su sociedad y ámbito laboral, un labor ya muy repetitivo, aburrido y sin emociones para el, el cual estaba en busca de desafiar los paradigmas ya establecidos e inspirar a futuros arquitectos a hacer lo mismo

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  5. Aunque no se enfoca en la arquitectura, me impresiona cómo se abordan los orígenes históricos de estas disciplinas y cómo se conectan con los cambios en la sociedad y la academia desde el siglo XVIII hasta la actualidad.

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  6. Me parecio bastante interesante el tema que aborda el texto, ofrece una visión histórica, crítica y prospectiva de las ciencias sociales y la necesidad de una reestructuración para abordar los problemas modernos de manera más efectiva.

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